Bessin-Tremblay Chablis Vieilles Vignes

En 2020, la bacteria COVID privó al mundo de la posibilidad de llevar a cabo cientos de proyectos que ya estaban planificados. En el caso de William Kelley, crítico de vinos de The Wine Advocate en Borgoña, California, la Costa Central y Washington, el confinamiento le ha privado de probar los mejores vinos de la cosecha de 2018. Pero hoy, mientras prueba la cosecha de 2019, Kelley. alcanzó. La conclusión: “El 2018 se encuentra entre los mejores vinos de esta añada de alto rendimiento, con un corte y una concentración poco comunes. 2019 es aún mejor”, afirma. Entre estos vinos se encuentra Bessin-Tremblay Chablis Vieilles Vigne, un vino blanco AOC Chablis elaborado por el dominio Bessin-Tremblay y nacido en La Chapelle Vaupelteigne, un pueblo al norte de Chablis en Borgoña (en el centro-este de Francia).

En esta zona, rodeada de primeros crus y bañada por el río Serein, se encuentran las 12 hectáreas de viñedos donde Jean-Luc y su hijo Romain cultivan a la perfección el chardonnay. En estas tierras se mezclan viñas nuevas de 20 años con viñas más viejas, de casi medio siglo, que ofrecen uvas de mejor calidad. Bessin-Tremblay Chablis Vieilles Vigne está elaborado con estas joyas casi centenarias. El suelo margoso, los veranos calurosos y los inviernos largos y duros hacen de Bessin-Tremblay Chablis Vieilles Vigne uno de los mejores vinos de Chablis.

La viticultura y el trabajo en el viñedo se realizan de forma totalmente manual. La uva se cosecha y selecciona a mano, y también se cuida la calidad de la uva durante el prensado, donde se aplica una suave presión para obtener una uva de la máxima calidad. El mosto obtenido se traslada a depósitos de acero inoxidable, donde realiza la fermentación alcohólica y maloláctica a temperatura controlada utilizando levaduras autóctonas. Por último, el Bessin-Tremblay Chablis Vieilles Vigne se levantará en Suass durante 18 meses.

Jean-Claude Bessin Chablis Vieilles Vignes 2019 es un vino blanco. En nariz aparecen aromas de manzana verde crujiente, crema pastelera, flores blancas y limón. En boca es moderadamente corpulento, esculpido y preciso, con notas ácidas y calcáreas.