Tuve el placer de probar el Rioja Alta Viña Arana Gran Reserva 2016 y quedé realmente impresionado por su elegancia, frescura y equilibrio. Es un vino que expresa sofisticación de forma natural, revelando ya un gran potencial de envejecimiento.
Presenta un color cereza picota limpio y brillante, de capa media-alta y ribete granate, que muestra cierta evolución sin perder viveza. En nariz destaca por su intensidad aromática y complejidad: emergen notas balsámicas —brioche, tostado, vainilla, caramelo y canela— que envuelven un núcleo frutal rico en ciruela negra, fresas silvestres, grosellas maduras y moras. Un ramo armonioso, refinado y muy seductor.
En boca revela excelente estructura y equilibrio. La frescura y los taninos pulidos denotan el cuidado con el que fue envejecido en barricas. El final es largo, elegante y persistente, con un postgusto delicado que invita a la contemplación.
A base de un 95% Tempranillo procedente de los viñedos de Las Cuevas, El Palo y Las Monjas (Rodezno) y un 5% Graciano de la finca Montecillo (Fuenmayor), este Gran Reserva confirma el estilo clásico y distintivo de Rioja Alta.
No es casualidad que haya recibido 96 puntos de José Peñín, 95 puntos de James Suckling y 93 puntos de Robert Parker, puntuaciones que atestiguan la excepcional calidad de este vino y con las que estoy totalmente de acuerdo. Un vino tinto con mucha clase, que disfruté muchísimo degustando y que recomiendo muchísimo. Paulo Castro